6 Motivos por los que me pueden prohibir visitar a mis hijos
Todos entendemos que perder un hijo es una de las cosas más desdichadas que nos pueden pasar en la vida, pero perderlo estando vivo, es aún peor. A continuación, explico los casos en que nos pueden prohibir ver a nuestros hijos.
Los principales motivos que arguyen jueces y trabajadores sociales son los siguientes:
1-Conductas violentas o tener antecedentes por causas relacionadas: se da cuando el progenitor ha abusado, agredido física o psicológicamente del menor, del otro progenitor o tiene antecedentes de violencia de género o violencia en el ámbito del hogar. En estos casos, podría ser privado de su derecho a vivir con el menor y en los casos más graves llegar a perder la patria potestad.
2-Llevar una vida disoluta que afecte a la estabilidad del menor: los progenitores no dejan de ser un reflejo donde los hijos puedan verse reflejados. Su comportamiento ha de ser lo más excelso posible y las conductas desorganizadas o peligrosas por parte del progenitor que los tenga o su pareja, puede conllevar la pérdida de la custodia.
3-Alienación parental: mucho se habla de esto ahora mismo, pero mucha gente no tiene claro su significado real. Consiste en la manipulación del menor por parte de uno de los progenitores en contra del otro, pretendiendo romper la relación del menor con el otro progenitor.
4-Cambio del lugar de residencia: el entorno social, educativo y familiar del menor son imprescindibles para su desarrollo emocional y psicológico. Si el progenitor custodio cambia de residencia, deberá tener en cuenta si dicho cambio podría afectar a la estabilidad emocional del menor y perder la custodia.
5-Ingreso en prisión: los centros penitenciarios no son aptos para menores, por lo que, si el progenitor custodio entrase en prisión, perdería automáticamente la custodia en favor del otro progenitor. De no haber un familiar que se pueda encargar del mismo, el menor pasaría a los servicios sociales.
6-Sufrir alguna adicción: bien es sabido que cuando alguien tiene una fuerte adicción deja de ser él mismo y pasa a ser esclavo de su adicción. Por lo que, si el progenitor que ostentase la custodia tuviera una adicción demostrable y perjudicial para el desarrollo del menor, perdería la custodia del mismo.
Así pues, podríamos decir que éstos son los principales motivos para perder la custodia del menor, pero perderla no significa para siempre. En caso de corregir el hecho por el que se nos privó de la custodia de los menores, haría que pudiéramos ir recuperándola poco a poco, hasta restablecer la normalidad.
Artículo escrito por Sandra Hernanz Terrero, Abogada Especialista en Matrimonial y Derecho de Familia, Extranjería y Violencia de Género.
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