Vanesa Morales Naranjo Tarde o temprano todos necesitamos un Abogado Especialista en Derecho de familia
En todas las familias, tarde o temprano, se produce un problema legal. Dicho problema requiere una regulación escrupulosa, adaptada al caso concreto y mucha profesionalidad ya que al tocar la familia también tocamos, y es importante no olvidarlo, los sentimientos de las personas. No sólo me refiero a separaciones o divorcios que modifican el estado civil, también a Convenios Reguladores que cambiarán la vida de los menores dándoles seguridad para conocer cómo serán los períodos de estancia con ambos progenitores, entre otras cosas.
Igualmente, no vivimos en una sociedad estática, sino en constante cambio donde uno de los papás puede haber perdido el trabajo, haber venido a mejor fortuna, el hijo ha encontrado un trabajo y se ha emancipado, etc.
Todas esas circunstancias harían viable el inicio de un procedimiento de modificación de medidas y variar así lo establecido en un Convenio Regulador ya aprobado judicialmente, como en el caso de que la madre/padre que goza del uso y disfrute del domicilio que venía siendo el familiar e introduce a su nueva pareja sentimental a convivir en el mismo, siendo éste un claro caso de, según el Tribunal Supremo, autoriza al otro progenitor a liquidar la sociedad de gananciales aunque los hijos sigan siendo menores de edad.
La neutralidad del abogado, entre la objetividad y la sensibilidad personal
Por último, muchas familias se destruyen por las herencias, se inician auténticas batallas legales que, por experiencia, podría decir que, finalmente, a nadie favorecen y que, bajo mi humilde punto de vista, se podrían haber solucionado en mucho menos tiempo si se hubiera realizado amistosamente, con sensibilización y adoptando, el profesional, una posición neutral con el objetivo de mediar y conseguir una buena solución para todas las partes en el litigio, logrando, a su vez, que puedan mantener incluso una relación cordial de cara al futuro.
La satisfacción de ayudar como Abogada de familia
Por supuesto que un abogad@ necesita dinero para subsistir, pero no les quede la más mínima duda de que lo material no lo es todo, como saben, hay mil cosas que no paga el dinero, yo, particularmente, me quedo con las gracias, la sonrisa y, por último, la recomendación que efectúa de mi un cliente satisfecho.
Artículo escrito por Vanesa Morales Naranjo, Abogada Especialista en Derecho Matrimonial y Derecho Penal.
UNAES ¡SÓLO PARA ABOGADOS ESPECIALISTAS!
